La base militar de Estados Unidos, al sur de la ciudad de Shadadi en la provincia nororiental de Hasakeh, acogió unos 40 terroristas, miembros del Estado Islámico (Daesh, en árabe) para recibir entrenamiento y luego acometer operaciones que responden a los planes de Washington.
La agencia Prensa Latina citó a SANA y divulgó que este grupo de terroristas fue sacado de dos prisiones controladas por la milicia separatista Fuerzas Democráticas de Siria, apadrinada por el Pentágono, y el proceso de traslado se efectuó con intensa cobertura de los helicópteros y aviones de reconocimiento.
La misión de esos mercenarios, según denuncian las autoridades de Damasco, se centra en desestabilizar las zonas controladas por el Gobierno al atacar unidades del ejército sirio, sus aliados y comunidades civiles, además de proteger las instalaciones petroleras ocupadas por tropas estadounidenses.
El Gobierno sirio denunció, en varias ocasiones, que Washington ofrece refugio y protección a los terroristas en sus bases donde los entrena y arma para utilizarlos al servicio de planes desestabilizadores.
Igualmente, el Partido Socialista Árabe de Egipto condenó el apoyo armamentístico y de otra índole que otorga Estados Unidos a los grupos terroristas que operan en Siria, según detalló Hispantv.
«Washington sigue siendo el principal patrocinador de las organizaciones terroristas que cometen crímenes contra los sirios», se lee en un comunicado y exige que la Casa Blanca rinda cuenta por sus crímenes.
De hecho, la agrupación política socialista de Egipto pone de relieve que ya todo el mundo está al tanto de los planes de Estados Unidos y de cómo, directa o indirectamente, respalda a las bandas takfiríes. No obstante, asegura que Siria disfruta del poder necesario para poner fin a la ocupación estadounidense y acabar con los terroristas.
Estados Unidos, a la cabeza de su llamada coalición anti-Daesh, se encuentra en el país árabe so pretexto de luchar contra los terroristas que iniciaron, en 2011, una guerra con el propósito de derrocar al Gobierno legítimo de Bashar al-Asad.
Entretanto, el Gobierno de Damasco advierte de que las tropas estadounidenses y los milicianos respaldados por Washington, no solo han complicado la crisis siria, sino que, al reforzar la dinámica de guerra mediante terceros, han obstaculizado toda solución al conflicto.