Con una potencia nominal de 2 MW, se puso en marcha y comenzó a generar energía la turbina mareomotriz más poderosa del mundo. Conectada a la red eléctrica del Reino Unido, la misma puede generar energía limpia a unos 2 000 hogares.
Según comunicó Orbital Marine Power, la empresa escocesa que desarrolló el equipamiento, la turbina está anclada en las aguas de las islas Orcadas y se conecta por cables submarinos al Centro Europeo de Energía Marina (EMEC), ubicado en este archipiélago británico.
La instalación de 680 toneladas, bautizada como O2, debe funcionar durante los próximos 15 años para cubrir la demanda anual de electricidad de unas 2 000 viviendas con energía predecible procedente de las aguas rápidas, lo que permite compensar aproximadamente 2 200 toneladas de producción de CO2 al año.
Según la propia compañía, la turbina suministrará energía al electrolizador terrestre del EMEC para generar hidrógeno verde. “Se trata de un hito importante para O2, un proyecto pionero de energía renovable que fue realizado con seguridad y éxito. Nuestra visión es que dicho proyecto sea el detonante del uso de los recursos de la corriente mareomotriz en todo el mundo para desempeñar un papel en la lucha contra el cambio climático y al mismo tiempo crear un nuevo sector industrial de bajas emisiones de carbono”, agregó el director de la entidad.
Acerca de su funcionamiento adicionamos datos que aparecen en el sitio Rusia Today
La O2 tiene una estructura de casco de 74 metros de largo con dos góndolas generadoras de energía de 1 MW al final de las estructuras de patas retráctiles. Sus palas de 10 metros dan a la turbina más de 600 metros cuadrados de superficie de barrido para captar la energía de las mareas.
La estructura flotante se mantiene en la estación con un sistema de amarre de cuatro puntos en el que cada cadena de amarre tiene la capacidad de levantar más de 50 autobuses de dos pisos. La máquina fue diseñada para que la instalación de la turbina y todos sus amarres asociados puedan realizarse con buques de trabajo de bajo coste y el mantenimiento se efectúe con embarcaciones semirrígidas, lo que minimiza el tiempo de inactividad y reduce los costos de construcción y explotación.
La electricidad se transfiere desde la turbina a través de un cable dinámico al fondo marino y un cable estático a lo largo del fondo marino hasta la red eléctrica local en tierra.
