La actividad sexual no es un tema prohibido o tabú, se trata de algo fisiológico para todos los seres humanos, tal como la alimentación o el sueño; además, es una manera saludable de prevención de enfermedades pues ayuda a mejorar el estado físico, a aliviar dolores, a cuidarse el corazón, a nivelar la presión arterial y hasta es ventajoso para alargar los años de vida.
ÚTIL PARA TODOS
La actividad sexual es una manera de practicar ejercicios físicos, tal como salir a correr o a caminar. Los latidos cardiacos durante el acto sexual se pueden incrementar de 70 a 150 por minuto, lo mismo que sucedería durante una práctica deportiva. Además, mantener relaciones de pareja tres veces por semana permite hasta quemar 600 calorías en cada una de ellas y mantenerse en el peso a lo largo del tiempo.
Diferentes investigaciones comprueban que la práctica sexual disminuye las jaquecas y los dolores en general, pues antes del orgasmo se acrecientan los niveles de la hormona oxitocina, que a su vez libera endorfinas que alivian los dolores de cabeza y los corporales.
Durante el clímax o justo antes, el nivel de la hormona llamada DHEA en la sangre es 5 veces mayor a lo normal. Este esteroide está presente en las mujeres y en los hombres también. Niveles altos de DHEA se vinculan a la mayor longevidad, la mejoría del humor en general y hasta una importante recuperación de los estados depresivos.
MEJORÍA CARDIOVASCULAR
La actividad sexual alarga los años de vida. Una investigación de una universidad extranjera, comparó a cerca de mil personas con similar edad y condición de salud, y determinó que aquellas que tuvieron la mayor frecuencia de relaciones de pareja mostraron un índice de mortalidad de la mitad que quienes tenían sexo muy de vez en cuando.
Otro estudio analizó la relación entre estrés y presión sanguínea y logró asociar la reducción de la presión diastólica con la frecuencia de relaciones sexuales, pues la cantidad de abrazos que recibe una mujer pudo correlacionarse con una disminución de su presión sanguínea.
Las prácticas amatorias estimulan la actividad de varios órganos del cuerpo, incluso el corazón. Según un estudio de otra universidad, quienes tuvieron relaciones de pareja dos o más veces por semana redujeron el riesgo de un infarto cardíaco a la mitad, comparado con quienes lo realizaron una vez al mes.
EL IMPORTANTE SISTEMA INMUNOLÓGICO EN LOS TIEMPOS ACTUALES
Tener práctica sexual con sistematicidad, es decir dos o tres veces por semana, beneficia el sistema inmunológico. Según un estudio de una universidad norteamericana tener esas relaciones con la frecuencia debida incrementa los niveles de un anticuerpo llamado inmunoglobulina A, el cual nos protege de contraer infecciones y resfriados.
PARA HOMBRES
Como las enfermedades prostáticas son el resultado de las secreciones inadecuadas de esa glándula, la actividad sexual regular elimina esos trastornos. De acuerdo con los últimos estudios, eyacular con la frecuencia requerida puede servir para disminuir los peligros de padecer cáncer de próstata.
PARA MUJERES
Las mujeres, luego de practicar sexo, producen dos veces más cantidades de estrógenos y de una hormona promotora de juventud conocida por sus siglas en inglés como DHEA, que aporta suavidad a la piel y brillo al cabello. También se produce transpiración que es la forma natural de la piel para eliminar impurezas y destupir los poros.
Durante las prácticas amatorias se ejercitan los músculos abdominales y ambos glúteos. Todos ellos sostienen la parte baja de la espalda, y si estos músculos están fuertes y en buenas condiciones mejorará la posición de la espalda, de la postura en general y la figura se verá mejor adelante y atrás.
Muchas mujeres después de dar a luz, o con el paso de los años, notan que a veces al estornudar, toser, reírse, tienen dificultad para controlar la micción. Eso es debido a la debilitación de sus músculos pélvicos. Existen ejercicios que los especialistas recomiendan para solucionar esta situación, y son los mismos que se utilizan al tener actividades sexuales.
AFECTO EN LA PAREJA
El amor y el afecto puede aumentar el nivel de oxitocina, una hormona que aumenta el deseo sexual y los sentimientos de afecto hacia otro, sobre todo después de llegar al orgasmo. Después del clímax se nota que se ama más a la pareja o que la vida nos sonríe y eso es gracias a la oxitocina liberada.
Otra universidad norteamericana ha publicado un manual con más de 230 razones para tener sexo, en el cual se incluye una subida de la autoestima, ya que tener relaciones íntimas nos hace sentir mejor sobre nosotros mismos, nos vemos más bellos, ambicionados, nos apacigua y nos ofrece felicidad.
ESTRÉS Y SUEÑO
En un estudio publicado en una revista europea se analizaron 24 mujeres y 22 hombres que mantuvieron un reporte de su actividad sexual y fueron mostradas en situaciones de estrés, tal como hablar en público. El estudio descubrió que aquellas personas que mantenían más relaciones sexuales se manifestaban mejor frente al estrés.
La liberación de la hormona oxitocina también mejora e induce al sueño de manera natural. Además, el buen sueño está vinculado con una vida más sana y el alivio de varias alteraciones físicas como la presión arterial. Después de hacer el amor, la mayoría de las personas se duermen profundamente.