El jubilado Francisco Muñoz, residente en la calle Juan Manuel Fajardo No. 32 A, en Trinidad, escribe a nuestra columna en busca de una respuesta relacionada con una imposición que, según él, está presente en el Sistema de Atención a la Familia (SAF) Reforma, al cual pertenece.
“No entiendo por qué debo adquirir, aunque no desee, la totalidad de los alimentos en la oferta”, apunta Muñoz, mientras alega que conoce que en otros SAF de la provincia se aplican variantes para que las personas vinculadas a estos centros puedan obtener las dos comidas previstas para el día, según su necesidad.
“Sucede que después que dejamos de recibir los alimentos subsidiados y comenzó la Tarea Ordenamiento, estos centros incrementaron el precio de las ofertas, es por ello que por lo general las dos comidas salen en unos 20 o 25 pesos diarios”, apunta Muñoz.
Según añade este jubilado, en su SAF, si una persona quiere comprar solo las dos raciones del plato fuerte y deja de adquirir una de las dos de arroz y potaje, o simplemente no desea el postre, no lo puede hacer.
Escambray contactó con la Dirección del Grupo Empresarial de Comercio en Sancti Spíritus, rectora de esta actividad, la cual refiere que al indagar por dicha queja en la Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía de Trinidad supo que se visitó a Muñoz para interesarse por su cuestionamiento y este reconoció que no había contactado con ellos para tramitar la duda, la cual parte de una mala información emitida a él por la trabajadora social que lo atiende.
Yoel Achán Quintero, director de Comercio en Trinidad, aclara lo siguiente: “En ningún caso los asistenciados o jubilados vinculados a los SAF están en la obligación de comprar la totalidad de los alimentos que conforman el menú. Las ofertas se muestran desde el día anterior y los beneficiados pueden solicitar lo que deseen y realizan el pago del importe correspondiente”.
Ya sabe, Muñoz, consuma lo que desee diariamente, usted es quien decide su menú.
