Posiblemente el barrio más cercano a los afectos primeros del Coordinador Nacional de los CDR, sea ese cuyo nombre trascendió a las redes y mediante ellas al mundo, como epicentro de las acciones vandálicas del domingo 11 de julio.
En esa zona está el hogar familiar y en el barrio mismo todavía viven amigos de la infancia y la adolescencia. Con esos sentimientos y un montón de interrogantes sobre las causas de la revuelta, Gerardo Hernández Nordelo entró el domingo en La Güinera. En este podcast cuenta qué encontró.