El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, condenó el atentado con bomba contra un mercado de la ciudad de Al-Sadr, en Iraq, que costó la vida de 35 civiles.
El grupo radical Estado Islámico (EI) aseguró que un terrorista suicida hizo estallar su chaleco explosivo en medio de una multitud de «renegados», tal y como denomina el EI a los musulmanes chiíes, informó DW.
Durante el atentado, que tuvo lugar el lunes, fueron heridas unas 60 personas. Se efectuó un día antes de la gran fiesta de Aíd al Adha o del sacrificio, cuando los musulmanes compran cabezas de ganado o carne para celebraciones; de ahí que Guterres recalcara en su comunicado de pésame a las familias de las víctimas que el flagelo del terrorismo no tiene límites.
De acuerdo con Prensa Latina, de enero a la fecha, es el segundo atentado acaecido en Bagdad, capital de ese país. En aquella oportunidad, 32 personas murieron como resultado de un ataque de dos suicidas.
Aunque el gobierno de Iraq proclamó en diciembre de 2017 la derrota estratégica del grupo terrorista, células durmientes siguen operativas en todo el país.