Temprano en la mañana me reciben en su oficina la Lic. Zobeida Marrero Quintana y la Lic. Aliuska López Reyes. De los siete especialistas que tiene el Departamento de Comercio Exterior, Inversión Extranjera y Cooperación Económica Internacional del Poder Popular de Matanzas -creado el 26 de diciembre de 2019 en todas las provincias del país-, han quedado por el momento ellas dos. Algunos funcionarios fueron enviados a otros municipios que necesitaban apoyo, otros se mantienen aislados, porque algún familiar fue declarado positivo.
Las dos habitaciones que ocupan en la amplia casona de gobierno, construida en el siglo XIX, parecen pequeñas, porque en ellas se aglomeran los paquetes y las cajas de dos donaciones recientemente recibidas. No es que se retrasaran en su distribución, me explica Zobeida, es que se está acondicionando un nuevo Centro en Jagüey y estas donaciones cubrirán parte de sus necesidades.
«Este de acá –se refiere a la segunda habitación-, es de la Empresa de Navegación Aérea, y consiste en nasobucos, jabones de baño y de lavar, desinfectantes, papel sanitario, colchones, frasadas de piso, etc. Y aquella de allá, es del Fondo Cubano de Bienes Culturales de La Habana, con sábanas, fundas, 8 000 nasobucos, algo de detergente, cloro y jabón».
La primera donación recibida en Matanzas, en octubre de 2020, provenía de Zhejiang, China, y contenía nasobucos y guantes. Para entonces, la pandemia apenas empezaba su vertiginoso ascenso con nuevas cepas.
Ante el incremento de casos, un grupo de países manifestó su intención de realizar donaciones: España, Italia, México, Canadá y la propia China.
Pero emociona saber que es el pueblo cubano el que con más prontitud se ha movilizado. Todos los días se reciben llamadas telefónicas de personas naturales, cuentapropistas, artistas, grupos musicales, empresas, que han recogido donativos, entre ellos, recuerda Zobeida, el director de la Orquesta Sinfónica Nacional, la habanera Fábrica de Arte y el pelotero matancero Yadir Drake.
A partir de los días 12 y 13 de julio de 2021 comenzó la nueva etapa: en esos días entró la donación del Consejo de Iglesias de Cuba, que se distribuyó entre el Seminario Evangélico, el Centro de Reflexión y Diálogo, donde existen Centros de Aislamiento -el Seminario Evangélico es una extensión del Hospital Pediátrico, con niños positivos a la COVID-19-, y el Hospital de Cárdenas.
Esas donaciones consistían en medios de protección, nasobucos, caretas, sobrebatas desechables, alimentos, medicamentos, aseo, desinfectantes de superficies y de mano.
Zobeida es exhautiva en la descripción de los donantes, de lo donado y de sus receptores. Se auxilia de una tabla con los datos. No quiere olvidar nada.
El 14 llegó el grupo musical Buena Fe con donaciones de la EGREM que habían recepcionado y trasladado hasta Matanzas. En esa entrega colaboraron diversos artistas. Trajeron medicamentos, alimentos, medios de protección y aseo, tanto de superficie como personal.
Los medicamentos de uso en menores de edad fueron para el Hospital Pediátrico, los de mayores, para el Centro de Aislamiento que está en la Universidad de Matanzas, y el resto de los insumos se entregó al que funciona en la Escuela Vocacional de Ciencias Exactas Carlos Marx.
«Las donaciones tienen principios que nosotros seguimos. El Decreto Ley 16 establece que se respete la voluntad del donante». Buena Fe dijo que entregaba la donación al Gobierno provincial y que este dispusiera de ella donde más se necesitara. Kcho, el conocido artista plástico, sin embargo, –llegó en la tarde de ese día 14–, quiso ir a los Centros de Aislamiento para entregarla personalmente.
Él traía todas esas cosas: desinfectantes, cloro, nasobucos, pero también libros de cuentos para los niños, cartulina, crayola, galleticas, refrescos, y fue al Hospital Pediátrico, a la Universidad de Ciencias Médicas donde radican dos Centros de Aislamiento y al hotel Canimao, que es una extensión del Pediátrico. Esa entrega tuvo un impacto muy positivo entre padres y niños.
El día 16 arribó una donación del pueblo de Santa Clara, en la que intervino gente de otros municipios. La trajeron personas naturales en sus carros particulares, y no aceptaron ni una gota del combustible que el gobierno de Santa Clara ofreció. Todos los gastos corrieron por su cuenta. Lo hicieron a sabiendas de que estarían a su regreso 14 días aislados.
Trajeron viandas, ajo, cebollas, ají, puré de tomate, boniatos, frutas, alimentos en grandes cantidades, y fueron hasta los centros, porque querían que la donación fuera para los pacientes que estaban allí y para los médicos y las enfermeras. Conocían y apreciaban el sacrificio y la entrega del personal de la salud. Venían con su caja de medicamentos muy bien detallada, que le entregaban al responsable de la institución, más los alimentos, más todo lo demás que traían: nasobucos, detergentes, jabones de baño, de lavar, desinfectantes de superficie y de mano, ropa, sábanas, toallas.
Esa donación se llevó al Centro de Aislamiento de la EIDE, que tiene alrededor de 160 camas, y al del CECE en la zona industrial, con un impacto muy positivo. Ellos explicaron las razones de lo que hacían. El administrador de la zona industrial, un hombre rudo, de trabajo, no pudo responder, se le anudó la garganta de la emoción. Ya preparan otro viaje con donativos.
Este domingo 18 entró por el Aeropuerto de Varadero una donación de Canadá con medicamentos y medios de protección para el Hospital de Cárdenas. Llegó a las 5 de la tarde. Fue recibida por la homóloga de Zobeida en aquel municipio y por la directora del Hospital de destino. Todos los papeles estaban en orden. Desde que se conoció la intención de donar esos materiales el martes de la semana pasada, se iniciaron los trámites.
Existe una buena comunicación entre el gobierno provincial, el MINCEX y el MINSAP. El lunes fue entregada.
Canadá se propone donar en lo adelante cargas similares a todos los hospitales de la provincia de Matanzas.
Existe la variante de los donativos monetarios. Fue abierta una cuenta en CUP con ese propósito, en la Dirección Provincial de Finanzas de Matanzas.
El Club de Autos Ladas de La Habana donó 5 000 pesos y la Empresa de Estudios sobre Cuidados de la Universidad de La Habana, entregó 6 200 pesos. Ese dinero se emplea en gastos relacionados con la labor asistencial. En fin, es todo un movimiento de solidaridad espontáneo, que no distingue entre lo estatal y lo privado, lo personal o lo público. Entre cubanos, siempre, la mano en el hombro.
