A estas alturas debe ser una materia vencida: que los casos disminuyan de un día a otro no quiere decir que mejore de golpe y porrazo la situación epidemiológica de la provincia. Las cifras bajan; mas, la gravedad sigue.
Y no es por ser pájaro de mal agüero basta simplemente repasar tres datos que podrían revelar muchísimas complicaciones: 603 controles de focos activos; una docena de eventos de transmisión local abiertos y todos los municipios con una tasa de incidencia de casos confirmados que sobrepasa el centenar por 100 000 habitantes.
Los diagnosticados al cierre de la jornada anterior remarcan, además, la transmisión que padecemos: 117 son autóctonos y uno solo importado y, favorablemente, 115 son contactos de pacientes notificados con anterioridad y en dos no se ha podido determinar la fuente de infección.
En medio de tanto deterioro epidemiológico, el peor escenario de este cuarto rebrote de la COVID-19 sigue siendo la capital provincial, lugar en el que al cierre de la jornada anterior se computa el mayor número de contagios: 67 espirituanos infectados por el nuevo coronavirus.
De acuerdo con la doctora Agnie Fernández González, asesora del programa de Infecciones Respiratorias Agudas y Tuberculosis, los residentes en el territorio cabecera se distribuyen del siguiente modo: 30 pertenecen al Policlínico Norte; 24 al Sur; seis a Los Olivos —dos de ellos sin nexo epidemiológico establecido—; cuatro al Centro y tres a Banao.
Por su parte, en número de contagios y de complejidades le sucede, como ha venido sucediendo desde hace días, Cabaiguán, donde al cierre de la jornada anterior se registran 15 pacientes, de los cuales 10 residen en la localidad de Guayos y el resto, en la cabecera municipal.
Descendentemente le siguen Taguasco con una decena de casos —de ellos cuatro corresponden a Zaza del Medio—; Jatibonico y Yaguajay con nueve, en este último territorio uno es importado; Fomento, cuatro; mientras que en La Sierpe y en Trinidad se reporta un par de enfermos.
Y aunque Fernández González anunciaba que para esta jornada está previsto el cierre de tres eventos de transmisión local —el de Juan González, el de Céspedes y el del Hogar de Ancianos Municipal, todos en la cabecera provincial— de los 12 que se hallan abiertos en la provincia, aún las cifras de estos sucesos seguirían siendo elevadas.
Sobre todo, hay que tener en cuenta que solo en cinco municipios se han abierto eventos —Sancti Spíritus, Trinidad, Taguasco, Cabaiguán y Yaguajay—, pero controles de focos activísimos se dispersan por todos los municipios de la provincia.
Que en los últimos 15 días la provincia haya confirmado 2 825 espirituanos infectados por el nuevo coronavirus —número que antes podía computar en medio año o más— deviene la mejor carta credencial de la transmisión elevadísima que padecemos. Con tales dígitos la tasa de incidencia de casos confirmados asciende a 610.41 por 100 000 habitantes y en todos los municipios dicho indicador es de espanto: Sancti Spíritus, 1 263.06; Taguasco, 615.63; Cabaiguán, 426.43; La Sierpe, 342.30; Jatibonico, 326.91; Fomento, 293.37; Trinidad, 192.88 y Yaguajay, 188.12.
De acuerdo con lo informado por el doctor Francisco Durán García, director nacional del Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, en su habitual conferencia de prensa, al cierre de la jornada anterior la provincia también reporta el fallecimiento de un espirituano a causa de la COVID-19, el cual se inscribe entre los 51 decesos que se notifican en el país debido a la enfermedad.
Sancti Spíritus continúa mostrando un panorama complejo en cuanto al SARS-CoV-2, por lo que extremar las medidas sigue siendo puntal para contener los contagios. Las cifras, después de jornadas por encima de 200 y hasta de 300, pueden parecernos bajas, pero en verdad continúan tan elevadas como la transmisión misma.
