Foto: Roberto Morejón.
Impresionado por el espíritu de patriotismo se sintió el embajador de Japón en Cuba, Hirata Kenji, presente este sábado en la ceremonia de abanderamiento de la delegación que representará a la Isla en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
“Ha sido un acto muy bonito y he sentido el espíritu cubano de gran patriotismo”, dijo Kenji, luego de una ceremonia en la que el luchador Mijaín López recibió la enseña nacional de manos de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República.
“La medalla moral es una expresión muy precisa y espero que el equipo cubano cumpla esas metas”, añadió el diplomático, quien deseó éxitos a atletas y entrenadores en las competiciones y que la toda la comitiva tenga una buena estancia en su país.
Además, reconoció que el deporte cubano es muy conocido en la nación nipona, sobre todo por los jugadores de béisbol que intervienen en la Liga Japonesa y que se han convertido en ídolos de sus equipos.
Kenji se mostró satisfecho también por lo que su país ha logrado al organizar la cita más importante del deporte mundial, pese a los muchos inconvenientes generados por la pandemia de la covid-19, y adelantó que no tiene dudas de que se llevarán a feliz término.
“La organización de las olimpiadas se ha complicado y sé que los atletas tendrán muchas restricciones, pero ojalá puedan disfrutar su estancia en nuestro país”, declaró, convencido de que toda medida que se tome es poca y que la salud de los participantes será lo principal.
“Lo más importante es organizar todo con seguridad. La seguridad es la palabra primordial para nosotros y espero que todos comprendan las medidas que se están tomando, porque serán para el bien del evento”, dijo acerca de una justa que transcurrirá entre el 23 de julio y el 8 de agosto próximos.
Pospuestos un año respecto a su fecha original, los Juegos Olímpicos de Tokio serán los primeros de la historia que se celebran en medio de una compleja situación epidemiológica mundial y sin presencia de público en las instalaciones. No obstante, los organizadores no renunciaron a su celebración.
“Haremos todo lo posible para asegurar primero la salud de todos los participantes y también para la población. Con la celebración de nuestros juegos queremos enviar el mensaje de la capacidad humana de hacer frente a una amenaza común”, sentenció el máximo representante de Japón en Cuba.
(Tomado de Jit)
