«Este fallo condenatorio significa una victoria popular no sólo para el Copinh, el pueblo Lenca y la familia de Berta Cáceres. Esta es una victoria popular del pueblo hondureño. Significa que las estructuras de poder criminal no lograron corromper el sistema de justicia. ¡Berta vive, la lucha sigue!» resaltó en Twitter el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras.
Esta organización considera una victoria el encarcelamiento de Roberto David Castillo Mejía, uno de los autores intelectuales del asesinato de la líder ambientalista Berta Cáceres, ocurrido el 2 de marzo de 2016.
La declaración de culpabilidad, indica Prensa Latina, fue dictada por la Sala I del Tribunal de Sentencia Nacional de Honduras. Castillo Mejía fue teniente segundo en inteligencia militar en el Ejército de Honduras (2006-2011) y ocupó la presidencia ejecutiva de la compañía Desarrollos Energéticos S.A. (DESA).
#JuicioCastillo| VICTORIA POPULAR
Este fallo condenatorio significa una victoria popular no sólo para el Copinh, el pueblo Lenca y la familia de #BertaCáceres pic.twitter.com/6QSqXAFIgk— COPINH (@COPINHHONDURAS) July 5, 2021
El principal diario de Honduras, El Heraldo, publicó que el acusado podrá enfrentar una pena que oscila entre los 25 y 30 años de prisión por los actos ocurridos en la casa de la víctima en La Esperanza, región Intibucá.
Se le imputa a Castillo Mejía que mantuvo en reiteradas ocasiones conversaciones a través de grupos de mensajería con Douglas Geobanny Bustillo, quien también fue declarado culpable en 2018, como coautor del asesinato de Berta Cáceres; quedando en evidencia que ambos participaron en la organización, logística, seguimiento y vigilancia para darle muerte, citó el diario.
Berta Cáceres durante los últimos 20 años de su vida trabajó en la defensa del territorio y los derechos del pueblo Lenca. En 1993, fundó el Copinh, el cual organizó feroces campañas contra los megaproyectos que violaban los derechos ambientales y a la tierra de las comunidades locales.
Berta se enfrentó, y a menudo derrotó, a madereros ilegales, dueños de las plantaciones, corporaciones multinacionales y proyectos de represas que cortaban los suministros de alimentos y agua a las comunidades indígenas. Como respuesta a su batalla por los derechos de su pueblo y de otros grupos indígenas de Honduras, recibió amenazas de muerte, violación y ataque físico.
Olivia Zúñiga, diputada hondureña e hija de la ambientalista, dijo a la cadena Russia Today: «Hace cinco años llevamos un proceso de lucha altamente doloroso, enfrentándonos a grupos de poder económico que han intentado ejercer sus influencias sobre el poder judicial hondureño» y luego añadió «Han creído que la impunidad es eterna».
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