LA HABANA, Cuba. – El prisionero político Ernesto Borges Pérez, quien se encontraba en régimen de mínima severidad, fue revocado a prisión este domingo como “medida disciplinaria” por realizar una llamada telefónica a su familia desde la prisión del Combinado del Este, en La Habana.
Según informó a CubaNet César Borges, su hermano, les había telefoneado para informarles que en su cubículo uno de los reos había dado positivo a la COVID-19, así como que habían otros prisioneros en el mismo albergue infectados, y que estuvieran pendientes de su situación por el peligro de contagio que ello representaba.
“Eso fue sobre las 7:00 de la mañana, y a las 11:00 lo sacaron del campamento y hasta ahora no hemos sabido nada de él”, declaró César Borges. Asimismo, explicó que conocieron lo sucedido gracias a otro de los reclusos del penal.
El próximo 17 de julio, Ernesto Borges Pérez cumplirá 23 años de encarcelamiento. En 1998, siendo capitán de la Dirección de Contrainteligencia del Departamento 1 de Contraespionaje, del Ministerio del Interior (MININT), fue condenado por un tribunal militar a 30 años de privación de libertad por el delito de “espionaje”. No obstante, según las leyes militares cubanas, debía cumplir solo 10 años tras las rejas.
Desde 2011 se encuentra en el Combinado del Este, en La Habana. El 11 de septiembre de 2020, unos seis meses después del fallecimiento de su madre, fue trasladado para la Zona 0, Compañía No. 34, un régimen de mínima severidad en este mismo centro penitenciario.
Poco después, recibió el primer pase carcelario para visitar a su familia. En esa ocasión declaró a CubaNet su preocupación por su deteriorado sistema de salud pues corre el peligro de quedarse ciego si no se opera de cataratas, además de tener una hernia inguinal que requiere igualmente de un proceso quirúrgico. “Yo no quisiera tener que operarme en prisión ni en Cuba porque mi vida corre peligro”, aseveró.
Borges posee además otros padecimientos de salud que lo convierten en parte del grupo de mayor riesgo al contagiarse de COVID-19.
Ante el cambio de medida en septiembre de 2020, Borges solicitó la libertad condicional pero le fue negada. Hace tres meses su familia presentó entonces la solicitud de libertad por licencia extrapenal y, hasta la fecha, no han recibido respuesta.
Para su hermano, la Seguridad del Estado cubana estaba esperando cualquier pretexto para revocarlo, lo que significaría que tendría que cumplir la totalidad de su condena sin derecho a los beneficios del sistema penitenciario.
Aunque su familia albergaba esperanzas, Ernesto desde el principio desconfiaba del sorpresivo cambio de medida y así lo manifestó a CubaNet en octubre de 2020: “No me gusta crearme falsas expectativas. Hasta ahora no tengo ningún elemento en concreto para decir que me darán la libertad. Lo que he vivido me es suficiente para no confiar en muchas cosas”.
Ernesto Borges es uno de los más de 150 presos políticos cubanos reconocidos actualmente por Prisoners Defenders, además de ser uno de los más longevos.
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