Como ha venido sucediendo en las últimas jornadas, la provincia ha remontado los casos positivos a la COVID-19 tanto que al cierre de la jornada precedente vuelve a mostrar cifras de alarma: 9.25 por ciento, la mayor positividad de las muestras en el país; 52 casos autóctonos —17 más que ayer—; 15 pacientes sin fuente de infección.
Y esto último bastaría para ponerle los pelos de punta a cualquiera y, sobre todo, si nos detenemos en que de los 15 casos sin nexo epidemiológico establecido, 12 residen en la capital provincial, justamente el lugar hoy con mayor transmisión de la enfermedad en la provincia.
En el desglose de los 54 casos confirmados al cierre de la jornada precedente —hay dos importados procedentes de Rusia— lo otro que pesa para bien es saber que de los 52 autóctonos, 37 son contactos de personas diagnosticadas con anterioridad, lo cual implica que se asocian a controles de focos ya activos.
Mas, pese a las medidas que se adoptan y se refuerzan y se vuelven a reforzar, lo que no parece tener frenos, por ahora, es la complejidad del municipio cabecera, pues allí se computan 34 personas infectadas con el nuevo coronavirus, las cuales se diseminan por casi todas las áreas de Salud.
De lo informado por la doctora Agnie Fernández González, asesora del Programa de Infecciones Respiratorias Agudas y Tuberculosis, se infiere que la mayor gravedad sigue estando en el área Norte de la ciudad, toda vez que ahí residen 16 de los diagnosticados, de los cuales en cuatro no se precisa la fuente de infección y uno importado.
Del resto, 11 pertenecen al Policlínico Sur —ocho sin nexo epidemiológico establecido—; cinco a Los Olivos; uno al Centro y otro a Banao.
El otro lugar que no desciende su curva de contagios es Trinidad, donde al cierre de la jornada precedente se computa una decena de enfermos, uno de ellos importado. Y le sucede Fomento con cinco nuevos contagios, de los cuales dos no tienen una fuente de infección precisada; Cabaiguán con tres y uno de ellos sin nexo epidemiológico establecido y Jatibonico y Yaguajay con uno en cada caso.
Si hiciese falta describir aún más la complejidad epidemiológica de la provincia bastaría apuntar que en los últimos 15 días se han confirmado aquí 549 espirituanos, por lo que la tasa de incidencia asciende a 118.63 por 100 000 habitantes.
En el panorama provincial tres municipios superan el indicador: Sancti Spíritus con 220.18; Trinidad, 125.56 y se incorpora Fomento, 123.83.
Lo lamentable también, de acuerdo con lo informado por el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), es el fallecimiento de dos espirituanos al cierre de la jornada anterior.
Se trata —según el parte oficial del Minsap— de un cabaiguanense de 83 años de edad, “antecedentes patológicos personales: adenocarcinoma de próstata, demencia senil. Estadía: 4 días. Presentó empeoramiento clínico, con hipotensión arterial, acidemia metabólica e hipoxemia. Fueron modificados los parámetros ventilatorios y apoyado con aminas. Hizo parada cardiorrespiratoria, fueron realizadas maniobras de reanimación cardiopulmonar que no son efectivas”.
El otro paciente es una espirituana de 84 años de edad, “antecedentes patológicos personales: hipertensión arterial, asma bronquial, demencia senil. Estadía hospitalaria: 4 días. Presentó empeoramiento clínico, gasométrico y radiológico, con inestabilidad hemodinámica, es trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos. Hizo parada cardiaca en asistolia, fueron realizadas maniobras de reanimación cardiopulmonar, que no fueron efectivas”.
El doctor Manuel Rivero Abella al abundar acerca de los decesos de la provincia, que suman 21 en lo que va de año, aclaraba que la mayoría superan los 80 años de edad y “tienen una morbilidad asociada importante, pero evidentemente lo que los llevó a la descompensación de sus enfermedades de base fue la COVID-19 y, por tanto, aparece como una de las causas de muerte”.
La curva de contagios de la provincia continúa empinándose, aplanarla es también cuestión de todos.
