El 18 de febrero de 1881, el eminente científico cubano, Carlos J. Finlay tuvo la oportunidad de dar a conocer al mundo su revolucionaria hipótesis, que transformaría con posterioridad el pensamiento médico y científico relacionado con la fiebre amarilla, al esbozar la hipótesis de que el agente transmisor debía ser un “agente intermediario”.
Cuba prioriza acceso al agua, pero sigue pendiente uso más sostenible
Un viejo vehículo traslada dos tuberías en su parte trasera en La Habana, próximo a una corriente de agua proveniente de una fuga en la